Abrir las alas y dejar el nido no es algo para cualquiera. Viajar te hace feliz, pero también implica una serie de desafíos. Aun así, las satisfacciones más grandes que recibes a cambios son, sin duda, las cosas que aprendes viajando.
Podríamos enumerar un millón de lecciones que aprendes al viajar. Pero esta vez hicimos un top 10 sobre qué se aprende al colgarse la mochila y recorrer otro país.
Si eres viajero/a, quizá te identifiques con más de una. Y si todavía no has salido a explorar el mundo, debes saber que hay mucho para descubrir.
Contenido
10 lecciones que aprendes viajando
Sin importar el tipo de viajero o viajera que seas, el solo hecho de atreverte a explorar tierras desconocidas siempre será motivo para aprender y descubrir algo nuevo.
Puedes viajar para estudiar en el extranjero, para tomarte un año sabático, para encontrarte con tu media naranja o contigo mismo.
Si tienes experiencia viajera, sabes que hay millones de cosas que aprendes viajando. Estas son solo 10 de ellas.
1. Te adaptas a los cambios
El que no se adapta perece, y por eso, una de las cosas más importantes que aprendes viajando es a abrirte a los cambios. El solo hecho de moverte de un lugar a otro es el primer paso para algo más grande.
Aunque la frase «dejar tu zona de confort» te resulte hasta cliché, piensa que es una metáfora de otros cambios que pasan la mayoría de las personas: independizarse de los padres, elegir una carrera, desarrollar un nuevo hábito, etc.
Viajar significa también probar cosas nuevas, diferentes: conocer costumbres, probar sabores, crear una nueva rutina. No siempre es fácil, pero como diría el cura de tu pueblo, es justo y necesario.
2. Aprendes otros idiomas
Si tu plan es estudiar inglés en el extranjero, debes saber que no solamente aprenderás otro idioma. Y es que estudiar inglés te abre las puertas a una estadía más larga que podrás aprovechar para conocer a fondo el país donde te estás quedando.
Lo mejor de todo es que es como un vicio de los buenos. Una vez que descubres el encanto de aprender el significado de palabras en otras lenguas, querrás ir por más. No pararás hasta saber los secretos del japonés, del finlandés, del guaraní o del quechua.
3. Abres tu mente
Otras de las cosas que aprendes viajando es que tu cultura no es la única ni la mejor. Y no solo nos referimos a descubrirlo. Después de todo, cuando eliges un destino, sabes de antemano que te encontrarás con algo nuevo.
Se trata más bien de entender con mayor profundidad que hay infinidad de formas de ver el mundo y a respetarlas. Abrir tu mente es también ponerte en tu lugar y reconocer que no eres el centro del universo. Esa epifanía se consigue viajando.
4. Consigues tu verdadera independencia
A menos que sea un caso extremo, cuando te vas a vivir a otro país es poco probable que te lleves a tus padres para mantenerte. Un poco a la fuerza, aprendes cómo ser independiente y tomar tus propias decisiones, con las consecuencias que eso implica.
Como dice la canción de Coldplay: «nobody said it was easy». Pero la satisfacción de ver que lograste valerte por ti mismo/a es inmensurable. Además, no solo serás tu propio orgullo, también el de mamá y papá.
Esto no supone que no puedas recibir ayuda de ellos nunca más, pero a distancia no es lo mismo. Independencia no quiere decir que tú hagas todo solo, sino que tomes el mando de tu vida, con ayuda o sin ella.
5. Ganas más autoconfianza
Hace un momento te hablábamos de tomar tus propias decisiones. Pues bien, esta y la anterior son lecciones que aprendes viajando que van de la mano.
Cuando empiezas a tomar tus propias decisiones, aun sabiendo que puedes equivocarte, es porque has ganado la suficiente autoconfianza para hacerte cargo de tus actos. ¡Bienvenido/a a la vida adulta!
Pero quizá te preguntes cómo se llega hasta ese punto en el que confías en tus propias decisiones. Pues, en primer lugar, dando el primer paso: vencer la vergüenza y preguntar en otro idioma, reclamar por una causa justa o declararle tu amor a un extranjero/a.
Nada es perfecto y algo puede salir mal. Pero de que aprendes, aprendes, aunque a veces duela.
6. Descubres que lo material es lo de menos
Otra de las cosas que aprendes viajando, que son fundamentales para la vida misma, es que lo material viene y va, aunque a veces cueste desprenderse de ciertas cosas.
Aunque no lo creas, viajar es una de las mejores formas de ordenar tu mente, pero también tus cosas físicas.
Hacer una maleta para llevar lo necesario es el entrenamiento previo para el gran descubrimiento: lo realmente importante es lo que guardas en tus recuerdos.
Al viajar aprendes que es fácil ser feliz con poco. Que un reloj de $1000 sirve para lo mismo que uno de $10 y que, al fin y al cabo, en la mochila no cabe todo, y en el ataúd tampoco.
7. Disfrutas de tu propia compañía
¿Has notado que a muchas personas les aterra viajar solas? La capacidad de conectar con nosotros mismos está un poco infravalorada hoy en día. Algo similar pasa cuando vas al cine sin compañía.
Sin embargo, de las mejores cosas que aprendes viajando solo/a es a disfrutar de tu propia compañía y eso no tiene precio. Cuando aprendes a meditar y aceptar la soledad de manera saludable, serás realmente feliz contigo mismo/a.
Es decir, que una vez que disfrutas de la soledad y el silencio, la compañía de tus amigos, pareja o familia se potencia (no tienen que llenar un vacío que no tienes). Porque si tienes la capacidad de sentirte bien estando solo, en compañía te sentirás mucho mejor.
8. Valorar mejor a tu gente y tu país
Quien no se haya avergonzado de la música folclórica de su país en los inicios de su adolescencia, que tire la primera piedra. Cuando crecemos, muchas veces estamos tan aburridos de nuestro lugar que no valoramos lo que tenemos.
Nunca la frase «nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde» tuvo mayor sentido que cuando dejas todo lo que pensabas que no te llenaba, para luego extrañarlo. Pero, alto ahí, ¡que eso no te detenga para viajar!
Cuando dejas tu tierra, no solamente valoras tus raíces y tu gente porque las extrañas, sino porque tomas un respiro y miras lo que dejaste desde cierta perspectiva. Esto te hace apreciar tus tradiciones e, incluso, motivarte a convertirte en un embajador de tu país en los destinos que visites.
9. Puedes vivir viajando
Si te dieron ganas de renunciar a tu trabajo y recorrer el mundo, ¡no tengas miedo! Es posible vivir viajando mientras trabajas o estudias. En esta era digital y de hiperconectividad, las oportunidades se han ampliado.
¿Oíste hablar de los nómadas digitales? Seguramente te cruces con más de uno cuando vayas de viaje por el mundo. Inspírate y atrévete a cambiar de vida. Si no te gusta, siempre puedes empezar de nuevo, no hay apuro.
Prueba postulando a trabajos online o emprendiendo un negocio a distancia. Solo necesitas un ordenador portátil y conexión a internet. Nada como descubrir que una de las cosas que aprendes viajando es que puedes hacerlo sin preocuparte por el dinero.
10. Nunca te acostumbras a las despedidas
Esta es una de las cosas que aprendes viajando menos agradables, pero que no podemos evitar. Muchas veces, de tanto hacer algo, nos terminamos acostumbrando sin que se nos mueva un pelo. Pero al viajar la cosa cambia.
A cada lugar nuevo que vayas, siempre conectarás con gente y estrecharás vínculos. Sin embargo, siempre se irá contigo un pequeño nudo en la garganta con sabor a nostalgia y gratitud.
Las despedidas son inevitables y siempre nos tocan fibra cuando las personas que dejamos son realmente importantes. Y siempre que haya que decir adiós para seguir adelante, te pinchará un poquito o mucho. Es el precio de la libertad.
Hemos puesto solo 10 cosas que aprendes viajando, pero sabemos que hay muchas más. ¿Te has identificado con alguna de ellas? ¿O tienes experiencia en saber qué se aprende más en un viaje?
¡Coméntanos! Compartamos conocimiento valioso y difundamos la palabra de aventurero. Porque sabemos que la importancia de viajar es indiscutible. ¡Nos leemos!
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