Si, como Carlitos de los Rugrats, has dicho “ya do quiedo sed adulto”, ¡no te culpamos! A medida que crecemos, aumentan la estatura y las responsabilidades. Eso nos lleva a darle menos importancia al autocuidado y a descuidar nuestro bienestar físico y mental.
Vivimos en un mundo en donde todo se mueve muy rápido y es sencillo estresarse. Por esa razón, es muy importante cambiar ciertos hábitos e incorporar prácticas de autocuidado a nuestra rutina diaria para evitar todo tipo de enfermedades físicas y mentales.
En este artículo, te explicaremos mejor qué es el autocuidado, cuáles son sus beneficios y cómo puedes cuidar tu cuerpo, tu mente y tu espíritu para vivir de una forma mucho más sana y equilibrada. Deja todo lo que estés haciendo y baja el cursor.
Contenido
¿Qué es el autocuidado?
Muchos se preguntan qué es el autocuidado y la respuesta es más obvia de lo que parece: ¡es un acto de amor propio! Autocuidarse consiste en realizar acciones que mejoren nuestra salud física, mental y emocional; no importa que sean grandes o pequeñas.
Parte de practicar el autocuidado es estar atento a lo que sucede a nuestro alrededor y la forma en que eso afecta los pensamientos y las emociones. En nuestro entorno, hay muchos estímulos y personas que nos generan estrés y es necesario saber lidiar con ello.
Algunos no piensan mucho en la importancia del autocuidado, pues consideran que se trata de mejorar tu imagen para agradar a los demás y ¡es todo lo contrario! Cuidar de ti significa hacer cosas que te hagan sentir bien contigo mismo en todos los aspectos.
¿Cuáles son los beneficios del autocuidado?
Repite con nosotros: ¡mi cuerpo y mi mente son mi templo y debo cuidarlo! La importancia del autocuidado es innegable y los beneficios van mucho más allá de verse bien, créenos. Estas son las ventajas de mimarte y de darle mayor prioridad a tus necesidades:
Tienes una mejor calidad de vida
Practicar el autocuidado te lleva a implementar cambios: sigues una dieta más saludable, haces ejercicio, aprendes a controlar el estrés, le das prioridad a las cosas que te traen paz y tranquilidad… La combinación de todo eso hace que tu calidad de vida mejore muchísimo.
Ganas más autoestima
Autocuidarse = tener mejor autoestima, ese es uno de los beneficios del autocuidado. Cuando evitas situaciones que te hacen sentir estresado o triste, tu actitud cambia, estás más alegre, y, al notar cambios en tu cuerpo y en tu físico, te sientes mejor contigo mismo.
Te vuelves más productivo
Uno de los objetivos del autocuidado es aprender a administrar el tiempo para darle prioridad a las cosas importantes, lo que ayuda a estar más concentrado y menos estresado, y a tener espacio para hacer otras actividades. A la larga, eso te vuelve una persona más productiva.
Te conoces mejor a ti mismo
Parte de la importancia del autocuidado está en que aprendes a conocerte mejor. Una vez que decides tener hábitos de vida mucho más sanos, comienzas a pensar en lo que te apasiona, en lo que te hace sentir bien, y le das prioridad sin importar lo que digan los demás.
Mejora tu relación con las personas a tu alrededor
Otro de los beneficios del autocuidado es que la relación con tus seres queridos o con tus compis de trabajo mejora mucho porque te sientes feliz y tranquilo, y tienes más paciencia. Asimismo, como solo estás dispuesto a hacer lo que te haga sentir bien, aprendes a poner límites.
¿Cuáles son los tipos de autocuidado?
Por lo general, la palabra “autocuidarse” se asocia con ejercicios y con dietas para verse mejor y para estar más sano, lo que no es del todo incorrecto; sin embargo, la realidad es que hay varios tipos de autocuidado, no solo el físico, y estos son los más importantes:
Autocuidado físico
Uno de los principales tipos de autocuidado es el físico y consiste en atender tu cuerpo (es tu templo, recuérdalo, ¡no lo descuides!). Entre las mejores formas para aumentar tu salud corporal, está iniciar una rutina de ejercicios, aunque hay otras actividades:
- Aliméntate de forma más sana y balanceada sin renunciar a lo que te gusta.
- Mantén una buena higiene personal.
- Duérmete más temprano de lo habitual para que descanses lo suficiente.
- Antes de acostarte, cena ligero, evita el café y no uses dispositivos electrónicos.
- Incorpora una rutina de yoga en tu día a día, tiene muchos beneficios.
Autocuidado emocional
Otro de los tipos de autocuidado es el emocional. Cuidar tu mente es tan importante como mimar tu cuerpo, ya que los malos pensamientos pueden interferir en todos los aspectos de tu vida: personal, académico, laboral… Estas son algunas prácticas para hacerlo:
- No reprimas tus emociones; acéptalas, vívelas y aprende de ellas.
- Medita siempre que puedas, hay muy buenas apps de meditación.
- Identifica las situaciones que desencadenan emociones negativas y evítalas.
- Desconéctate de la rutina pintando, escuchando música o viajando.
- Busca ayuda profesional si la necesitas, no hay que sentirse avergonzado.
Autocuidado intelectual
Sí, uno de los tipos de autocuidado es el intelectual y consiste en ejercitar tu mente y en estimular tu creatividad para evitar el deterioro de tu cerebro y para tener mejor memoria. Estas son algunas actividades sencillas y bastante estimulantes que puedes realizar:
- Lee durante tu tiempo libre; te recomendamos los libros sobre viajes.
- Haz rompecabezas o crucigramas, son muy buenos pasatiempos.
- Escribe, dibuja o pinta, no hace falta ser García Márquez o Picasso para ello.
- Aprende cosas nuevas como cocinar, tocar un instrumento o hablar otro idioma.
- Visita algún museo o escucha un pódcast sobre temas que llamen tu atención.
Autocuidado social
La importancia del autocuidado social está en no descuidar la relación con los familiares, con los amigos o con los compis de trabajo, y en conocer personas nuevas; saber que no estás solo en el mundo te genera tranquilidad y felicidad. ¿Cómo puedes trabajar en esto?:
- Aparta de tu vida a las personas que no te hacen bien.
- Sal a comer o a pasear con uno de tus BFF o con otro ser querido para ti.
- Ponte en contacto con ese alguien que te importa y con quien tienes mucho sin hablar.
- Únete a algún club donde puedas hacer nuevos amigos, no seas tímido.
- Conoce personas nuevas que compartan algunos de tus intereses.
Autocuidado espiritual
El último de los tipos de autocuidado es el espiritual, una práctica que va mucho más allá de seguir una religión o de creer en un poder superior. La espiritualidad se trata de conectarte contigo mismo y con tus creencias para sentirte pleno, y puedes practicarla de este modo:
- Pasa tiempo en la naturaleza y reflexiona sobre lo que te rodea.
- Da las gracias por tu vida y por todas las cosas buenas que te pasan.
- Medita para liberar el estrés y para conectarte con tus emociones.
- Di afirmaciones que te motiven y que te llenen de energía.
- Si eres creyente o practicas alguna religión, asiste a un servicio.
¿Cómo se puede practicar el autocuidado?
Ya ves que hay muchas formas de practicar el autocuidado, por lo que no tienes excusas para descuidar tu templo. Ahora, nos gustaría hablar más de algunas actividades que, en nuestra opinión, te ayudan a vivir de forma más sana, feliz y equilibrada, toma nota:
Comienza a hacer ejercicio
El ejercicio es uno de los tipos de autocuidado que mejora tu salud física y mental a la vez. Cuando vas al gym, entrenas en casa o haces algún deporte, fortaleces tu corazón y tu organismo, liberas hormonas que te hacen sentir feliz y, claro, mejoras tu físico.
Cambia la forma en la que comes
Si quieres darle más importancia al autocuidado, comienza por cambiar la forma en que te alimentas. No te saltes las comidas, consume más frutas y vegetales a diario, y reduce el consumo de azúcar. De vez en cuando, date un caprichito, pero diles “no” a los excesos.
Haz del yoga un estilo de vida
Son muchos los beneficios que tiene hacer yoga: reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, ayuda a dormir mejor, te vuelve más flexible, alivia el dolor de espalda, mejora la concentración… Además, es una actividad que puedes hacer sin necesidad de salir de casa.
Lee siempre que tengas tiempo libre
Lo confesamos: somos ratones de biblioteca, ¡nos encanta leer! Al tomar un libro, te desconectas de la realidad, aprendes cosas interesantes, expandes tu vocabulario, estimulas tu memoria, mejoras tu capacidad de concentración… Hay muchos beneficios de la lectura.
¡Viaja!
Siempre que puedas, vete de viaje. Esta es la forma definitiva de salir de la rutina para conectarte contigo mismo y para sentirte más feliz. Bueno, y es la oportunidad perfecta para hacer amigos, para aprender otros idiomas y culturas, y para expandir tus horizontes.
Bien, ya conoces la importancia del autocuidado y lo que puedes hacer para estar en equilibrio. Ahora, es el momento de hacer cambios para vivir a plenitud, pero de forma más sana y responsable contigo mismo. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán siempre.
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