Conoce qué es Ikigai: la razón para despertarse todos los días

¿Alguna vez te has sentido estancado? O ¿te has preguntado cuál es el sentido de la vida? ¡Probablemente sí! Por eso, queremos enseñarte un concepto que te ayudará a darle respuesta a esas preguntas. ¿Sabes qué es Ikigai? ¿No? Entonces, ¡sigue leyendo!

Debido a la rutina, es normal llegar a una etapa en la que se cuestione cuál es el verdadero propósito de vivir. En especial, si se están atravesando momentos de agotamiento laboral o en los que se piensa que es demasiado tarde para cumplir los sueños.

Si es tu caso, ¡este artículo es para ti! A continuación, te contaremos qué es Ikigai, cómo descubrir cuál es tu propósito en la vida y algunos consejos para aplicar este concepto en tu día a día. ¿Todo listo para este viaje hacia lo profundo del alma? ¡Genial! ¡Empecemos!

¿A qué se refiere el concepto de Ikigai?

Ikigai es un concepto japonés que significa «razón de vivir o razón de ser». Se trata de la combinación de las palabras japonesas iki (生き), que se traduce como vida, y gai (甲斐), que se traduce como valor.

Este concepto proviene del periodo Edo, una etapa histórica que imperó en Japón entre 1603 a 1868. Y se cree que la palabra fue acuñada por Sei Shonagan, una escritora del siglo X, que describió un estilo de vida en el que la gente vive por placer y disfrute.

De la misma forma, es un término que se comenzó a usar en círculos de guerreros samuráis. ¡Sí! ¡Así como lo lees! Pues, este concepto se usaba para designar a aquellos que eran de valía y seguían el código de honor.

Según la cultura japonesa, todos tenemos un ikigai, es decir, un propósito de vida. Pero, para encontrarlo se requiere emprender un camino de autoconocimiento y crecimiento personal que permita encontrar la felicidad y una mejor calidad de vida.

¿Cómo saber cuál es tu Ikigai?

Son varias las condiciones que hay que tener en cuenta para descubrir cuál es la razón de la existencia. En específico, se trata de preguntas que pueden tener una respuesta inmediata, pero que con concentración podrán dar con tu propósito con más facilidad. ¡Conócelas ahora!

1. Identifica tus pasiones

Para este primer paso es necesario que busques papel y lápiz. Luego, siéntate en un lugar tranquilo y seguro. Si te hace sentir bien, prende una vela o pon música relajante. Cuando estés en calma, responde la siguientes preguntas:

• ¿Qué es lo que me apasiona?
• ¿Qué es lo que más me gusta hacer?
• ¿Qué es lo que me hace feliz?

Puedes darle respuesta a estas preguntas no solo con palabras, sino también con dibujos. Para ello, es importante que lo hagas a mano, pues así la conexión entre el cerebro, el cuerpo y el espíritu será mucho más fuerte.

2. Pon en acción tus pasiones

Ahora que identificaste aquello que amas, debes observar la forma en que puedes conectar esa actividad con una acción en la que eres bueno. Puede ser mediante tu servicio, tu creatividad, tu impulso o tu forma particular de hacer algo específico.

Para ello, te aconsejamos tomar la lista de lo que amas hacer y escribir, al menos, tres formas de transformar cada ítem en una acción específica. Es decir, algo que puedas concretar y que te haría muy feliz hacer.

Por ejemplo, si te apasiona viajar, puedes hacerlo realidad por medio de un voluntariado, de un viaje como mochilero o de un viaje de estudios.

3. Haz de tu pasión tu forma de vida

Cuando hayas descubierto cómo poner en acción aquello que te apasiona, el siguiente paso es hacer una conexión directa con la necesidad que tiene el mundo. Es así cómo harás un primer acercamiento a la transformación de tu vida.

Para conseguirlo te recomendamos anotar en la lista algunas maneras en las que podrías ofrecer eso que amas hacer a otras personas. También es importante que pienses en cómo aquello podría convertirse en una fuente de ingresos.

Siguiendo con el ejemplo de los viajes, podrías fundar una agencia de voluntariados por el mundo, una empresa de servicios turísticos u organizar viajes solidarios.

4. Profundiza en qué es aquello que te distingue

Para este último paso lo que debes hacer es profundizar en tus respuestas anteriores. ¿Cómo así? Toma la lista y pregúntate qué es aquello en lo que te destacas y cómo podrías imprimirle tu esencia a esas respuestas que diste.

Es decir, piensa muy bien qué te diferencia de los demás. Pregúntate, ¿qué es aquello que nadie más podría hacer como yo? Ten en cuenta que esa respuesta debe reflejar tu huella única e irrepetible en el mundo. Para lograrlo, te recomendamos:

• No autosabotearte. Aleja todos los pensamientos o comentarios negativos sobre ti.
• Asume tu personalidad y tus pasiones.
• Profundiza en metas creíbles y tangibles a través del tiempo.

Consejos para vivir en Ikigai

¡Es verdad! La idea de encontrar tu Ikigai puede resultar un poco abstracta. Por eso, te compartimos una serie de consejos para que entres en un estado de completa conexión con el presente y que, así, comiences a aplicar el concepto.

Limita el uso de las pantallas

Para reconocer y aplicar con más facilidad tu propósito en la vida, te recomendamos alejar las distracciones. Por ello, no mires ninguna pantalla durante la primera ni la última hora del día. Más bien, usa este tiempo para estar presente y disfrutar el momento.

¡Enfócate!

Muy parecido al consejo anterior, es importante que al aplicar el Ikigai te enfoques por completo en tu propósito. Es decir que cuando trabajes, trabaja; cuando descanses, descansa. Dejarte absorber por la actividad que estás haciendo te ayudará a no cambiar de enfoque.

¡Viaja!

Cambiar de ambiente o visitar nuevos lugares hace posible que puedas visualizarte en futuros escenarios que te ayuden a descubrir tu propósito en la vida. Por ejemplo, nuestros partners de GrowPro cuentan con increíbles experiencias de estudio que te ayudarán a conocerte a ti mismo y al mundo que habitas.

Ponte horarios

No hay nada mejor que la disciplina para encontrar y aplicar tu Ikigai. Así que crea horarios para realizar tus tareas. Por eso, te recomendamos leer y responder tus correos electrónicos solo una o dos veces al día en horas puntuales.

Inicia y termina bien el día

¡No todas las rutinas son negativas! Por eso, inicia tu día con un ritual que te guste y termínalo con una recompensa. Por ejemplo, puedes empezar la mañana leyendo varias páginas de tu libro favorito y terminar la jornada escuchando una canción que te haga sentir bien.

Cuida tu mente

Por medio de ejercicios de mindfulness o de la meditación descubrirás con más facilidad qué es aquello que mueve tu interior. Para ello, entrena todos los días tu conciencia para vivir con más intensidad el presente y mantener lejos las distracciones.

¡Hemos terminado! Ojalá con estos pasos y consejos hayas aprendido qué es Ikigai y cómo puedes aplicarlo a tu vida. Recuerda que todos tenemos un propósito que cumplir en el mundo. Así que, ¿qué esperas para descubrir el tuyo? ¡A brillar!