Es lunes y lo primero que piensas es en que odias tu oficina, tu puesto y a tu jefe . ¡Eso, quizá, signifique que es momento de renunciar al trabajo! Pero antes que avientes tu escritorio, te diremos cómo renunciar al trabajo para salir con la frente en alto.
¿Parece misión imposible? Nada de eso, solo hay que ir paso a paso, sin saltarse ninguno. Por eso, queremos ayudarte a emprender esta ruta, si decidiste que es lo mejor para ti. Así que dale scroll down porque te daremos algunos consejos imprescindibles sobre cómo renunciar al trabajo.
Te mencionamos, también, 5 tips que debes considerar antes de presentar tu renuncia. Y lo mejor: experiencias de viaje y trabajo en el extranjero que podrían ponerle nuevo rumbo a tu vida. ¡Danos unos minutos y sigue leyendo!
Contenido
Cómo renunciar a tu trabajo sin quedar mal
Lo primero que debes tener en cuenta es que presentar una renuncia laboral es un proceso que toma un par de semanas. No se trata de gritarle a tu jefe que te vas y arrojar todo por la ventana. ¡Ojalá fuera tan sencillo como lo pinta Hollywood!
Aunque no lo creas, al renunciar a tu empleo debes mostrar tu mejor faceta como trabajador. Es importante dejar una buena impresión y que se hable bien de tus logros, así puedes dejar una puerta abierta, en caso de necesitarlo. A continuación te contamos los siguientes pasos para cerrar tu ciclo laboral sin dejar pendientes. ¡Haz tu lista!
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Revisa tu contrato laboral
¿Firmaste tu contrato laboral sin leer una sola palabra? Bueno, no es el fin del mundo. Le pasa a muchos jóvenes, y más cuando su principal preocupación es acceder a las prestaciones de un empleo formal. Sin embargo, si quieres renunciar de manera adecuada debes tener en claro las condiciones de tu contrato.
Así que, dirígete al área de recursos humanos, y pide una copia de tu contrato. ¡Léelo! Y asegúrate que no incumplirás ningún plazo o pacto de permanencia. También debes saber si estás sujeto a acuerdos de no competencia o confidencialidad.
De ser este el caso, tendrás que dejar de manifiesto que no te vas de la empresa con la competencia y/o que no usarás información privada para tu beneficio. ¡No querrás que tu antiguo empleador te persiga como prófugo!
Controla emociones y fíjate tiempos
Incluso si odias tu trabajo, ¡respira y cuenta hasta diez! Lo peor que puedes hacer es dar rienda suelta a tus emociones y despotricar contra tu empresa, tu jefe o tus compañeros. ¡Eso podría convertir tu proceso de renuncia en un infierno!
Tampoco debes caer presa del sentimiento y empezar a despedirte de tus amigos con anticipación. Recuerda que en una oficina hasta las paredes oyen. No te conviene que el rumor de tu salida llegue a tus superiores antes de que tú se los digas.
Por lo tanto, debes fijarte una fecha para presentar tu renuncia. Te recomendamos que lo hagas con un mes de anticipación. Este periodo deberá comprender el preaviso, la formalización y tu último día. Aunque, si tu contrato no lo impide, puedes concluir el asunto en un día. Sobre ello, te contamos más adelante.
Sé el mejor empleado que puedas
Al idear cómo renunciar al trabajo, nunca debes perder de vista que tu reputación laboral es tu mayor activo y no lo puedes poner en juego. Pregúntate cómo quieres que te recuerden y qué te gustaría que digan de ti. Así que ni se ocurra convertirte en un holgazán.
En tus últimos días, tu meta será ser el mejor empleado que puedas. Concluye cualquier proyecto pendiente y cumple con tu horario normal. No dejes el trabajo sobre los hombros de tus compañeros ni te hagas odioso por no querer mover ni un dedo. Realiza todas las tareas que te asigne tu jefe, en tiempo y forma. Así, no podrán argumentar nada en tu contra.
Habla con tu jefe en privado
Como te comentamos, el primero que debe saber tu salida es tu jefe inmediato. Esto se llama preaviso. Te permitirá tomar el control de la situación y evitar que tu superior alegue que no presentaste tu renuncia a tiempo.
Lo mejor es que programes un cita para hablar en persona y con calma. Cuando llegue ese momento, te recomendamos expresar con franqueza y claridad las razones por las que te vas. También debes establecer ante él un plazo bien delimitado.
Aunque no lo estipule el contrato, te verás muy bien si avisas tu renuncia al inicio de la quincena. Eso dará tiempo suficiente a tu empresa para procesarla y a ti para arreglar todo lo que necesites. ¡En especial, para asegurarte de que recibirás los pagos a los que tienes derecho!
En cambio, si tu circunstancia lo exige, puedes negociar tu renuncia inmediata. Esta opción conlleva que la acepten y se haga efectiva el mismo día. Es posible cuando no hay inconvenientes mayores para la empresa y ésta accede a los términos que planteas. Si lo logras, ¡sentirás que te quitas de encima un bloque de plomo!
Prepara tu renuncia formal
A estas alturas, ya debes tener preparada una carta de renuncia formal. Se trata de un documento donde, en esencia, describes qué trabajo desempeñas, por qué lo dejas y cuándo lo harás. La mayoría de las compañías la pide para formalizar y realizar tu pago de finiquito correspondiente.
Por ello, te sugerimos que programes con tu jefe la entrega de este importante documento cuanto antes. De preferencia, al día siguiente en que le des el preaviso de renuncia. Así, evitarás que intente alargar tu salida.
Cómo hacer una renuncia de trabajo formal
¿Cómo solicitar tu renuncia en una carta? ¿Por dónde empezar? ¡No te quiebres la cabeza! Lo más importante de este documento es que debe ser breve, claro y conciso.
¿Y el tono? Recomendamos expresarte con una voz amable y formal, pero sin titubeos. A continuación, te recordamos los elementos que componen este tipo de carta, la forma en que debes entregarla y cómo salir de tu trabajo «por la puerta grande».
Redacta una carta de renuncia
La estructura de la carta de renuncia es muy simple. Consta de un saludo, desarrollo breve y un cierre. Sin embargo, debes procurar que cada una de estas partes tenga los siguientes elementos:
- Saludo e introducción. Recuerda mencionar el nombre completo y cargo exacto de tu jefe. Inicia con un saludo cordial («apreciable o estimado/a»), preséntate y deja en claro de inmediato cuál es motivo de que le escribas.
- Cuerpo. Sin rodeos, plantea las razones por las que renunciarás y cuándo será tu último día. Si es por alguna situación de la que te quejaste o reclamaste, exprésalo tal cual, pero sin dolo. No olvides mencionar también los puntos positivos de tu estancia en la empresa.
- Cierre. Agradece por lo que la compañía sumó a tu desarrollo como profesionista, despídete brevemente y firma
Preséntala en una reunión programada
Otros tip importante sobre cómo renunciar a tu trabajo es que no dejes la carta en el escritorio de tu jefe y pienses que la tarea está hecha. Llévala a la reunión que tengas programada y mantente listo para negociar los términos de salida. Para ello, no hay mejor arma que tener bien claro lo que dice tu contrato y la ley laboral.
En esta fase, y para tu sorpresa, puede pasar que tu jefe te ofrezca un aumento de sueldo o ascenso para persuadirte de que no te vayas. ¡Enhorabuena! Sin embargo, te recomendamos que aceptes si se concreta de inmediato o a corto plazo.
De lo contrario, sigue firme en tu renuncia y pide que se cumpla en la fecha indicada. Recuerda que tú decides cuándo renunciar al trabajo o si te quedas.
Entrega tus trabajos en un disco duro
Como condición para aceptar tu renuncia, tu jefe puede pedirte que entregues todos los trabajos que te asignó antes del aviso. Puedes cumplirla o negarte. Nosotros te recomendamos que optes por lo primero, ya que dejará una mejor impresión de ti y no habrá motivo para rencores.
Si puedes, guarda lo que te piden en un disco duro. Organiza todo en carpetas y archivos con nombres claros. También es recomendable que guardes la memoria del trabajo que hiciste, si la empresa no pone restricción a ello, y que te sirva para armar tu portafolio profesional o book creativo.
Asegura tus pagos pendientes
Te dijimos que conocer tus derechos y obligaciones laborales es necesario a la hora de planear cómo renunciar al trabajo. Parece una molestia siquiera ojear los mamotretos de la legislación laboral. Pero, verás que no lo es en absoluto cuando se trata de los pagos a los que tienes derecho al dejar una empresa por tu voluntad. ¿Sabes cuáles son estos?
Se les conoce de forma genérica como finiquito. Este suma partes proporcionales de las prestaciones a las que tenías derecho por tu contrato. Además de tu salario, incluye el aguinaldo, las vacaciones y pagos extraordinarios.
Las fórmulas para calcularlo varían de país a país, según sus leyes laborales. Así que, si quieres evitar que te vean la cara de tonto, revisa bien la legislación de tu país y haz tus cuentas.
Deja todo en orden y despídete con estilo
Aceptada tu carta de renuncia y acordados los términos de esta, tus días en la empresa están contados. ¡No hay vuelta atrás! Como tarea final, deja tu espacio limpio y en orden. Colecta tus pertenencias un par de días antes de irte, mantén solo los objetos necesarios. Evita pasar tus horas finales limpiando y recogiendo tus cosas en la oficina.
Por supuesto, despídete de tus compañeros y amigos. Desea lo mejor a cada uno y hazle saber que tu partida no significa que no seguirán en contacto. Si te aprecian de verdad, entenderán que has decidido lo mejor para ti.
Tampoco olvides decir adiós a tu jefe y agradecerle por lo que te ha enseñado. Recuerda que en estos casos la última impresión también cuenta. Este es un consejo extra sobre cómo renunciar al trabajo, pero no menos importante.
5 cosas que tener en cuenta antes de renunciar
Una renuncia precipitada puede darte dudas sobre si hiciste lo mejor para ti. Pero no dejar tu empleo a tiempo hará que te preguntes qué oportunidades estás perdiendo. Así que, para que no caigas en alguno de estos extremos, te sugerimos 5 cosas que debes tener en cuenta antes de renunciar al trabajo.
Asegúrate que quieres renunciar
El peor momento para saber si en verdad queremos renunciar es después de un desencuentro con el jefe o los compañeros de oficina. Esto se debe a que las emociones están a flor de piel y, en tal estado, tomamos decisiones de las que nos arrepentimos después.
Lo ideal es hacerlo tras un ejercicio de reflexión. Falta de oportunidades de crecimiento, conflicto con el rumbo de la empresa o un ambiente hostil son algunas de las causas que deberías tomar en cuenta para renunciar a tu empleo.
Decide con la cabeza fría
Una vez templado el ánimo, una práctica muy recomendada es hacer una lista de los pros y los contras de seguir en tu trabajo. ¿Qué beneficios te trae a mediano plazo? ¿Cómo te está afectando seguir allí? ¿En realidad te gusta, o sólo permaneces porque tienes miedo a salir de lo conocido? Todas estas son preguntas que debes plantearte y responderlas con la cabeza fría.
Sin embargo, no subestimes la parte emocional. Al final del día, el entusiasmo y la pasión son elementos fundamentales para desarrollar con éxito cualquier trabajo. Sé franco y pregúntate si los sientes en la empresa donde estás. De responder negativamente, debes reconocer al menos que, tarde o temprano, va llegar el momento en que tengas que decidirte por renunciar.
Ahorra para tener un respaldo financiero
Si ya estás planeado cómo renunciar al trabajo, es importante que vayas previendo el «día después». En caso de que otra oportunidad laboral esté esperando por ti, ¡felicidades! Pero, si no es así, ¿qué vas a hacer cuando estés sin empleo? Una de los primeras preocupaciones, entonces, debe ser hacerte de un respaldo financiero.
No caigas en la tentación de ir corriendo con tus padres. Mejor checa los 10 tips para ahorrar que nosotros te proponemos. Verás que en muy poco tiempo podrás acumular lo suficiente para sobrevivir a la dura época de desempleo.
Prueba cambiar de aires
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Ten listo un plan de acción a futuro
Por otra parte, si eres de aquellos que son firmes en sus decisiones, debes tener listo un plan de acción para el futuro. En él, también puedes incluir opciones de trabajo o de emprendimiento en el extranjero, ¿por qué no?
Bueno, pues ahora sabes que dejar tu empleo no tiene que ser un camino de espinas. Si te das cuenta, lo fundamental es tener objetivos a largo plazo, preparar una buena estrategia y actuar rápido.
Si logras armonizar estos tres elementos, habrás conseguido una habilidad súper valiosa para tu vida laboral. Ahora, a poner en práctica los consejos para saber cómo renunciar al trabajo y no dejes de leer nuestro blog, que tenemos más para compartir sobre los temas que te interesan. ¡Nos vemos!
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