Sudoración, temblor en la voz, rubor, mente en blanco. Si tienes miedo a hablar en público, sabes de qué estamos hablando.
Lo que padeces es una fobia, es decir, un miedo irracional. Cuando tienes que hablar frente a otras personas en la escuela o en el trabajo, está claro que tu vida no corre ningún peligro. Pero tu cuerpo pareciera creer lo contrario.
La glosofobia afecta a muchas más personas de las que crees. Lo que ocurre es que muy pocas hablan de ella, y muchas menos se atreven a hacer algo al respecto. Sin embargo, ¡vivir con miedo no es una opción! Así que arremángate y toma nota de estas 8 técnicas para hablar en público.
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¿Cómo perder el miedo a hablar en público?
1. Pregunta en la panadería si venden serruchos
Ten en claro que nadie pretende que superes esto de un día para el otro. Si tuvieras miedo a las alturas, no te recomendaríamos que saltes en paracaídas al primer día.
Como toda fobia, conviene ir de a poco. Por ejemplo, prueba hacer el ridículo en dosis homeopáticas:
- Ve a una panadería y pregunta si venden serruchos.
- Finge que tropiezas mientras caminas en la calle.
- O cáete de la silla durante una reunión familiar.
Hazlo, y verás que nada es tan grave como creías. No hay nada que temer.
Por último, si tienes que hacer una exposición en el trabajo, comienza volcando un vaso a propósito y ten pensando algo gracioso para decir. El humor es una gran manera de romper el hielo. Además, el mundo ya sabe cómo somos los millennials en el trabajo.
2. Estudia más que Hermione
El mayor temor suele ser quedarse con la mente en blanco. Sin embargo, si sabes mucho sobre el tema que estás exponiendo, siempre tendrás algo para decir, ¡y probablemente sea algo de lo más interesante!
Prueba distintas técnicas de estudio y quédate con la que mejor te funcione. El objetivo es que te sepas al dedillo la estructura de tu exposición y el orden de los temas.
No encontrarás mejor consejo sobre cómo hablar en público sin nervios que tener bien claro lo que vas a decir. Escríbelo todo en un papel, tal y como quieres decirlo.
3. Hazte amigo del espejo
Una vez que tengas todo escrito, llegó el momento de practicar. Toma el texto y léelo una, otra y otra vez.
Luego, hazlo frente a un espejo o, mejor aún, grábate con el celular. Juega con tus expresiones y tu lenguaje corporal.
Cuando lo hayas hecho varias veces, haz un punteo de los temas principales e intenta decir lo mismo, pero con tus palabras. Anota las partes en las que te enredas y vuelve a intentarlo.
Tal vez creas que ser un buen orador es algo innato, pero realmente no lo es. Detrás de toda buena exposición hay muchas horas de práctica.
4. Deja de tomarte a ti mismo tan en serio
Bueno, aquí nos pondremos un poco filosóficos. Es curioso, pero las personas que tienen miedo a hablar en público suelen combinar una baja autoestima con un gran egocentrismo.
¿Cómo sería eso? Por un lado, creen que no son capaces de hacer las cosas bien. Y por el otro, creen que a los demás les importa.
Pero considera lo siguiente, ¿cuánto tiempo dedicas tú a pensar en los demás? Entonces, ¿por qué crees que los demás pensarán tanto en ti?
Hay personas que han hecho cosas terribles en televisión y fueron vistos por millones de personas, y el mundo siguió girando y ya nadie piensa en ellos.
Si metes la pata, nadie hablará de ello y si lo hacen, no será por más de 5 minutos. La vida continúa, no eres el centro del mundo.
5. Imagina que tu audiencia está desnuda
A la hora de exponer tu tema, no le hables al público en general. No mires el techo, el piso o a la muchedumbre.
En cambio, establece contacto visual y háblale a cada persona en particular. Si tienes algún amigo o conocido en el público, dirígete a él o ella en particular. Si nada de eso funciona, intenta el clásico de imaginar que tu audiencia está desnuda.
6. Háblalo
La gente que tiene glosofobia no suele hablar de ello, mucho menos buscar técnicas para hablar en público. Por alguna razón, es una fobia que provoca vergüenza y que cuesta asumir.
Sin embargo, seguramente hablarías del tema si tuvieses otra fobia igual de absurda, como a los payasos, al agua, al número 13, a los gatos, al frío extremo, a la oscuridad… Hay fobias de todo tipo, pero el miedo a hablar en público es, este sentido, especial.
Debes romper esa barrera. Tu fobia es tan valiosa como cualquier otra, y el poder terapéutico de la palabra es incuestionable, ya sea con un amigo o un psicólogo.
Habla del tema, y háblalo mucho. Pronto verás, que eso que parecía imposible de superar, no era tan grave.
7. Visualiza el éxito
¿Has oído hablar de la expresión «profecía autocumplida»? Eso es básicamente lo que pasa cuando piensas en negativo.
Piensas tanto en que tendrás miedo a hablar en público y que no podrás hacer tu presentación, que termina ocurriendo. ¿O acaso crees que Michael Jordan salía a disputar la final de la NBA pensando que iba a perder?
La penúltima de las técnicas para hablar en público tiene que con la visualización del éxito. Imagina el éxito, y terminará ocurriendo. Y recuerda, nadie pretende que en tu presentación expliques el sentido de la vida.
8. ¡Viaja!
Si sientes que no puedes salirte del papel de «la persona que tiene miedo a hablar en público», viajar hará el truco. Cuando viajas, no solo cruzas fronteras.
Así que no temas tomarte un Gap Year y emprender una aventura en otro país. Esa experiencia te servirá para ganar confianza, y por qué no, reinventarte en un ambiente completamente nuevo.
Más aún, puedes probar todas estas técnicas que te dijimos mientras realizas un curso en el extranjero.
Ten en cuenta esta idea, que tal vez te relaje: Tus profesores y compañeros serán gente completamente nueva para ti, y que no necesitas volver a ver jamás. No se nos ocurre un mejor escenario donde experimentar con tu nuevo yo.
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