No es un secreto que ¡vivimos en un mundo donde todo se mueve rápido y en el que cada vez nos exigen más y más! En muchas ocasiones, el estrés es parte de nuestro día, nos agota y nos llena de mucha ansiedad; por eso, es importante hacer ejercicios de mindfulness.
En la actualidad, la palabra “mindfulness” es muy sonada. Las personas adoptan esta filosofía de vida, puesto que les ayuda a controlar el estrés y a estar enfocados en el presente. A fin de cuentas, pensar más de lo debido en el pasado o en el futuro roba demasiada energía.
Seguro que quieres incorporar estas técnicas a tu rutina diaria; es por eso que ¡preparamos este artículo para ti! Hoy, te explicaremos qué es mindfulness, cuáles son sus grandes beneficios y qué ejercicios puedes hacer para mejorar tu vida. Ponte cómodo y baja el cursor.
Contenido
¿Qué es mindfulness?
Mindfulness es una técnica de meditación que te permite enfocar toda tu atención y tu energía en el presente, ayudándote a concentrarte en lo que estás viviendo “aquí y ahora”. Este método es una forma de liberarte del estrés y de la ansiedad que generan ciertas situaciones.
Y ¿sabes por qué? Los ejercicios de mindfulness te permiten ver las cosas tal cual son, sin ningún tipo de preocupación o de expectativa. Cuando entras en un estado mental de atención plena, fluyes con la experiencia que vives sin querer cambiarla o juzgarla de algún modo.
¿Cuáles son los beneficios de las técnicas de mindfulness?
Si eres una persona algo ansiosa (¡bienvenido al club!), los ejercicios de mindfulness pueden ayudarte a combatir el estrés. Este método te ayuda a entrar en un estado de calma y de serenidad, y a enfocarte en el presente, lo que elimina la preocupación excesiva por el futuro.
Estar más relajado y tranquilo mejora mucho tu calidad de vida y, aunque no lo creas, te convierte en una persona más confiada. Viendo las cosas desde otra óptica, te das cuenta de que determinadas situaciones no son tan malas como parecen y de que puedes superarlas.
Otro beneficio es que las técnicas de mindfulness mejoran mucho la calidad de tu sueño. Cuando estás sereno y no le das tanto valor a las preocupaciones, tu cerebro genera mucho menos cortisol, la conocida hormona del estrés, así que duermes igual o mejor que un bebé.
También, el mindfulness te hace una persona más empática y comprensiva, y que no tiene expectativas inalcanzables de las personas que están a su alrededor. Esto es muy positivo porque puedes tener relaciones más saludables con tu pareja y con tus seres queridos.
¿Conclusión? Debes incorporar ejercicios de mindfulness a tu rutina diaria.
¿Cómo se puede comenzar a practicar mindfulness?
Si quieres practicar mindfulness, lo primero que queremos recomendarte es que ¡seas paciente! Estos cambios no ocurren de la noche a la mañana y lo ideal es disfrutar el proceso. No lo olvides: la atención plena se trata de encontrar tranquilidad y de librarse de frustraciones.
En cuanto al tiempo, no hay un límite para hacer ejercicios de mindfulness. Cuando inicies, puedes practicar unos cuantos minutos al día y, poco a poco, aumentar la frecuencia. Lo importante es que encuentres un espacio en el día y que te sientas satisfecho y tranquilo.
Lo que sí que es fundamental es escoger el momento y el lugar más adecuados. Asegúrate de hacer tus ejercicios en un sitio en el que no haya distracciones (tu cuarto, la bañera mientras tomas un baño…) y que tengas tiempo suficiente para meditar correctamente.
Otra recomendación es que, cuando hagas las técnicas de mindfulness, te concentres en tu respiración. Inhala profundo para llenarte de vida, de paz y de energía positiva, exhala para dejar ir el estrés, la angustia y la tristeza, e intenta mantener la mente muy en blanco.
Es posible que, durante el proceso, surjan emociones o que tu cabeza se llene de pensamientos positivos o negativos, y es importante que no los reprimas. Sigue respirando profundo y no pienses demasiado en ellos, déjalos ir. No es fácil, pero es cuestión de práctica, relax.
¿Qué técnicas de mindfulness hay?
Ya que conoces los beneficios de los ejercicios de mindfulness, es momento de hablar de algunas técnicas que puedes aplicar en tu día a día. Algunas son muy sencillas, no requieren de esfuerzo, y es posible practicarlas en la casa, en el trabajo, en el autobús… Toma nota:
Sumerge tus manos en agua tibia
Algunos expertos en mindfulness sugieren sumergir las manos en agua tibia y frotarlas con fuerza. Ese simple movimiento es muy útil para calmar la ansiedad; además, el ejercicio ayuda a abrir los vasos sanguíneos, lo que hace que el estrés en el cerebro disminuya.
Observa una vela
Si te estás iniciando en las técnicas de mindfulness, observar una vela con atención puede ayudarte a estar más concentrado y anclado al momento presente. Enciéndela y enfoca tu atención en su forma, en su color y en el movimiento de la llama mientras respiras hondo.
Toma una ducha
Darse un baño es una muy buena forma de practicar mindfulness; en especial, si es una ducha caliente, pues te relaja muchísimo. Durante el proceso, concéntrate en el roce del agua con tu piel y en la temperatura, liberando tu mente de otros pensamientos y emociones.
Escucha música
Otro de los ejercicios de mindfulness que puedes practicar es escuchar música relajante. Busca alguna playlist en YouTube o en Spotify, la que más te guste, y enfoca tu atención en la melodía. Esto te ayuda a liberar la mente de pensamientos intrusivos y a apreciar el presente.
Come algo
Cuando comes, ¡puedes practicar mindfulness también! La técnica consiste en consumir bebidas y alimentos de forma consciente, prestando atención al sabor, a la textura y a lo que sientes en cada bocado; de esa forma, te conectas y disfrutas el momento presente.
Escribe
Escribir es una de las técnicas de mindfulness que más nos gustan. Siempre que tengas un momento libre, tómate 10 a 15 minutos para plasmar tus pensamientos, buenos o malos, en una hoja de papel y deja tu mente vacía. Por experiencia, sabemos que funciona.
Viajar te desconecta de la rutina, te libera del estrés y de todas las emociones negativas, y te mantiene enfocado en el presente, ya que tus preocupaciones son disfrutar, conocer, hacer amigos nuevos… Planea un viaje y deja que sea tu curiosidad la que tenga el control.
Hacer ejercicios de mindfulness puede marcar un antes y un después en tu vida, de modo que incorpóralos en tu rutina diaria y diles bye bye al estrés, a la preocupación y a la ansiedad que no te deja disfrutar tu presente al máximo. Y recuerda: mente sana, cuerpo sano.
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